La lactancia materna es una fuente inagotable de nutrientes esenciales para el bebé. De cara a llegar a esa etapa lo mejor preparada posible para cuidar tus pechos, no solo debes informarte con un profesional especializado sobre la forma adecuada de dar de mamar a tu bebé, sino que debes comenzar pronto con los cuidados de tu piel para que se mantenga elástica y flexible, facilitando la lactancia y la recuperación posterior a ese período.
Cambios de los pechos durante la lactancia
Durante la lactancia, los pechos experimentan una serie de cambios para producir y suministrar leche al bebé. Estos cambios incluyen:
- Aumento del tamaño de los pechos: Los pechos pueden aumentar de tamaño durante el embarazo y continuar creciendo durante la lactancia debido a la producción de leche.
- Hinchazón y sensibilidad: Los pechos pueden sentirse hinchados, sensibles o dolorosos durante la lactancia debido a la producción de leche y al aumento del flujo sanguíneo hacia los pechos.
- Producción de leche: Los pechos producen leche para el bebé a través de los conductos lácteos. La producción de leche puede ser estimulada por la succión del bebé o mediante el uso de un sacaleches.
- Cambios en el pezón: Durante la lactancia, los pezones pueden volverse más grandes, más oscuros y más prominentes. Además, la piel del pezón puede agrietarse o irritarse debido a la succión del bebé.
- Cambios en la forma de los pechos: Los pechos pueden cambiar de forma durante la lactancia debido a la producción de leche y la succión del bebé. Los pechos pueden volverse más redondos y firmes cuando están llenos de leche y más suaves y caídos cuando están vacíos.
Es importante cuidar adecuadamente los pechos durante la lactancia, asegurándose de que el bebé se enganche correctamente al pecho para evitar la irritación del pezón y la acumulación de leche. También se recomienda usar sujetadores de lactancia adecuados y cómodos para apoyar los pechos y prevenir la incomodidad.

Cuidar tus pechos durante Embarazo
Durante el embarazo tu pecho comienza a cambiar. En esta etapa debes cuidar la hidratación de tu piel para evitar estrías y tiranteces que pueden provocar molestias cuando te crezca el pecho.
Sigue estas recomendaciones para tener una piel tersa y elástica:
- Aplica a diario una crema hidratante y reafirmante, pero evita la zona del pezón para no provocar irritaciones.
- El aceite de rosa mosqueta y las cremas ricas en vitamina E son ideales para tener la piel flexible y preparada para el crecimiento del pecho que se produce durante el embarazo.
- Haz ejercicios específicos para la musculatura que sujeta tus pechos a diario. Con unos minutos al día es suficiente: toma una pelota pequeña entre tus manos y colócala frente a ti a la altura del pecho. Aprieta la pelota con las dos manos y tras unos segundos libera la presión. Este ejercicio es perfecto para fortalecer la musculatura de la zona pectoral.
Cuidar tus pechos durante lactancia
Esta es la etapa más delicada para tus pechos. Durante la lactancia pueden surgir dificultades como el dolor a causa de la acumulación de leche o la aparición de grietas en el pezón, que pueden provocar un gran daño a la madre y provocar una interrupción en la lactancia.
Para evitar en la medida de lo posible estos problemas, continúa con la rutina de hidratación y ejercicio que has seguido durante el embarazo y añade además los siguientes cuidados:
- Evita el uso de jabones fuertes o alcohol para limpiar tu pezón. Ambos resecan demasiado la piel y la hacen más frágil. No es necesario que te duches más de una vez al día: una ducha diaria es suficiente para mantener la higiene adecuada.
- Para aliviar la presión es conveniente dar masajes suaves en la zona del pecho, con movimientos circulares, desde arriba hacia la areola.
- Elige sujetadores cómodos y especiales para mujeres lactantes. Es importante que sujeten el pecho sin presionarlo y que sea cómodo de utilizar para dar el pecho.
- Cuando sientas que el bebé no ha vaciado el pecho, utiliza un sacaleches para extraer la leche restante y consérvala para un uso posterior. Así evitarás la congestión del pecho y las molestias que eso ocasiona.
- Da el pecho a tu bebé de forma regular. De esta forma evitarás la congestión del pecho.
- Si utilizas círculos de lactancia cámbialos con frecuencia. Si el pezón está húmedo constantemente la piel se resiente y es más propensa a sufrir lesiones.
Cuidados mientras el niño está lactando
También debes vigilar que mientras das el pecho, lo hagas de la forma adecuada. Las grietas en los pezones se suelen producir en su mayoría por una mala sujeción del bebé o por mordiscos o tirones y son lesiones que tardan mucho tiempo en curar, más al dar el pecho de forma continuada. Por eso ten en cuenta estas recomendaciones:
- Vigila la correcta posición del niño para evitar que succione mal y que eso provoque dolores en el pezón o pezones agrietados.
- Ayúdate del meñique para separar al bebé del pezón cuando éste acabe de mamar. Introdúcelo por la comisura de los labios del niño para eliminar el vacío que se crea al succionar la leche y para que puedas separarlo sin que tire del pezón.
- Luego de dar de mamar, humedece el pezón con un poco de tu leche; tiene propiedades antisépticas y antibacterianas.
- Evita que el niño muerda. Si te muerde puedes decirle que no y mirarlo seria o retirarlo del pecho momentáneamente. Cuando lo acerques de nuevo al pecho dile que no te muerda. Puede que necesites hacerlo algunas veces, pero acabará por dejar de morderte.
- Deja secar el pecho al sol o al aire libre, pero evita la exposición al sol de forma directa porque puede dañar la delicada piel de tu pecho.
Siguiendo estas recomendaciones para el cuidar tus pechos podrás disfrutar de una lactancia exitosa y libre de molestias, así como una recuperación posterior mucho más fácil y rápida. La clave es la hidratación, el ejercicio y sobre todo, aprender la técnica correcta para amamantar.
Conclusiones
El cuidado adecuado de los pechos durante el embarazo y la lactancia es esencial para garantizar la salud de la madre y el bebé. Durante el embarazo, los pechos pueden aumentar de tamaño y volverse más sensibles, por lo que es importante usar un sujetador adecuado para brindar apoyo y comodidad.
Durante la lactancia, los pechos experimentan cambios significativos para producir y suministrar leche al bebé. Es importante cuidar los pezones y prestar atención a cualquier signo de irritación o agrietamiento. Además, es importante que el bebé se enganche adecuadamente al pecho para evitar problemas de succión y asegurar una buena producción de leche.
En general, es importante mantener una buena higiene de los pechos durante la lactancia, asegurándose de mantener los pechos limpios y secos y cambiando las almohadillas de lactancia regularmente para evitar la acumulación de leche. También se recomienda mantener una dieta saludable y beber suficiente agua para mantener la producción de leche. Con un cuidado adecuado, los pechos pueden proporcionar alimento y nutrición al bebé durante la lactancia de manera cómoda y segura.