Todos sabemos que el paso del tiempo es inevitable y que el rostro, siendo tan visible, muestra no solo signos de envejecimiento, sino también las consecuencias de poco o nulo cuidado. No solo basta con un buen protector solar y una crema hidratante, la mascarilla facial pueden convertirse en tus mejores aliadas para una piel impactante.
Como sucede con todos los productos de belleza, la oferta en el mercado es amplia. Dependiendo de tus gustos y preferencias, puedes optar por las excelentes opciones que ofrecen las conocidas marcas comerciales, pero también puedes aprovechar lo que te ofrece la naturaleza para el cuidado del rostro.
Independientemente de que elijas lo orgánico u otros ingredientes, la clave del éxito en la aplicación de la mascarilla facial es la constancia, pues los resultados aunque muchas veces son evidentes de manera inmediata, se trata de un tratamiento que funcionará profundamente a mediano y largo plazo.
Tipos de mascarilla facial
Mascarillas naturales.
Son las opciones más sencillas y económicas, pues se elaboran con ingredientes naturales, sin la necesidad de ningún agregado químico. Funcionan para diferentes propósitos.
Mascarillas de arcilla.
Son las adecuadas para pieles mixtas o pieles mixtas brillantes, pues la arcilla absorbe el exceso de aceite de la superficie de la piel.
Mascarillas nocturnas.
Se trata de una opción hidratante que se deja durante la noche para proporcionar a la piel una nutrición extra.
Mascarillas iluminadoras.
Son perfectas para las personas con piel seca y opaca, y para quienes sufren de pigmentación y un tono de piel irregular.
Mascarillas de hoja.
Son láminas hechas de algún tipo de papel o algodón impregnado con ingredientes para distintas funciones.
Mascarillas de burbujas.
Aunque vienen en gel, se transforman en una espuma burbujeante una vez que se aplican a la cara.
Mascarillas peel off.
Son películas despegables que eliminan suavemente una capa delgada de células muertas de la piel y la suciedad de la superficie de los poros.
Beneficios de la mascarilla facial
La mascarilla facial son excelentes para tu rostro por diferentes razones, entre las que destacan:
- No solo ofrecen resultados que mejoran la apariencia general de la piel, sino que también pueden ser muy terapéuticas.
- Ofrecen la posibilidad de un limpieza profunda, para complementar la limpieza diaria que ayuda a eliminar la suciedad, el aceite, el maquillaje y las impurezas de la superficie de la piel.
- También ayudan a eliminar la acumulación de células muertas en la piel, siendo una buena opción para destapar los poros.
- Pueden estimular la circulación sanguínea, lo que asegura una mejora general en el tono de la piel.
5 trucos para sacarle provecho a tu mascarilla facial
Si bien es cierto que la aplicación de una mascarilla facial es un procedimiento muy sencillo y que la mayoría de las marcas comerciales colocan en las etiquetas de sus productos las instrucciones exactas, también es importante que conozcas algunos consejos para mejores resultados:
- La frecuencia de uso recomendada de una mascarilla facial está entre una y tres veces por semana.
- Es fundamental aplicar la mascarilla facial sobre la cara limpia y eliminar el exceso con agua a temperatura ambiente.
- Las mascarillas sin enjuague son fórmulas hidratantes, por lo que hay que omitir la aplicación de la crema hidratante nocturna habitual.
- Las mascarillas con ingredientes que pueden secarse, como arcilla o ácidos pueden hacer más daño a la piel que bien si se dejan más de la cuenta.
- Usar una máscara matutina antes de aplicarte el maquillaje, le da a tu piel la hidratación básica que necesita.
Una mascarilla facial es una necesidad dentro de toda tu rutina. Lo más adecuado es que elabores un cronograma de belleza, para que sepas qué día de la semana te toca aplicarte las que escojas en función de las necesidades de tu piel.
